Malcom nos presenta su familia, incluyendo el semental de su primo Giovanni, que, con sus numerosas aventuras sexuales, despierta en nuestro protagonista un poco común interés por sexo, muy especialmente por el “voyeurismo”, lo cual acabará perfeccionado con un grupo de amigos, llegando inclusivamente, a filmar todo lo que ve. No contento con todo esto, Salieri profundiza en el tema, hasta el punto de convertir al espectador en un auténtico voyeur, durante una sorprendente secuencia, donde la fantástica Luana, nos deleita con una inesperada sorpresa en directo..